La confusa terminología lleva a engaño: "campo" y "trabajo", dos términos que no evocan precisamente ocio y diversión. La oferta juvenil no sirve al padre que cansado del "incómodo hijo", lo envía al correcional de antaño. Una especie de finca en que se concentran jóvenes para el trabajo intensivo milagroso que convertirá al irremediable joven en un dócil y manejable niño o niña...; pues NO;
El campo de trabajo es la oportunidad dirigida a jóvenes inquietos que quieran ocupar su tiempo libre en algo mas que ver la "tele" y recuperarse del contínuo festejo veraniego.
El o la joven voluntario debe saber que no existe remuneración económica, pero a cambio de una mínima cooperación en un proyecto en marcha de todo tipo (ecología, recuperación de patrimonio histórico... ) disfrutará de inolvidables momentos: escaladas, rutas de senderismo, rutas por los rios, la agricultura y ganadería ecológica, patrimonio histórico, visitas a importantes ciudades como Ronda... Además del caluroso trato de los monitores y por supuesto la inolvidable convivencia con los compañeros voluntarios; chicos y chicas que como tú y yo quieren hacer algo diferente ayudando a los demás y colaborando a hacer un mundo mejor.
Este verano estoy en el campo de trabajo Nazarí, un proyecto que permitirá la recuperación de una zona de la serranía de Ronda desde el punto de vista ecológico y de patrimonio histórico basado en la cultura nazarí. Es mi quinto dia y, sin duda, animo a todos los jovenes a vivir esta fantástica experiencia.
M.L
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